Sistemas de recogida de agua

La captación de aguas pluviales es una de las formas más efectivas y sencillas de aprovechar el agua de la naturaleza. Este método implica recolectar y almacenar el agua de lluvia que cae sobre los techos y otras superficies impermeables de los edificios. A través de canalones y sistemas de drenaje, ésta se dirige hacia un tanque de almacenamiento donde puedes utilizarla para diversas actividades, como el riego de jardines, llenado de piscinas o lavado de vehículos. 

Optar por la captación de aguas pluviales trae consigo una serie de beneficios ambientales  y económicos. En primer lugar, reduce la dependencia de fuentes externas de agua, lo que ayuda a conservar los recursos hídricos y a combatir los efectos del cambio climático. Además, al utilizar agua de lluvia para actividades no potables, como el riego de jardines, podrás reducir significativamente el consumo de agua potable y, por lo tanto, disminuir las facturas del agua. Este enfoque es especialmente importante en zonas propensas a la sequía o con restricciones, donde la captación por este método puede proporcionar una fuente confiable de agua para el hogar y comercio.